No todos pisamos del mismo modo. El apoyo de nuestro pie al entrar en contacto con el suelo (lo que técnicamente se conoce como fase de contacto) determina nuestro tipo de pisada. Hay tres tipos de pisadas: supinadora, pronadora y neutra.
TIPOS DE PISADAS
PISADA SUPINADORA
En este tipo de pisada el apoyo del pie con el suelo se produce por el exterior del pie. Es el tipo de pisada menos frecuente y se calcula que solo el 10% de los runners son supinadores.
Para compensar el desequilibrio que produce la supinación es recomendable zapatillas con amortiguación, mediasuela blanda y prestar especial atención a que la zapatilla no contenga elementos estabilizadores que favorezcan la pronación.
Las características de este calzado harán que tu zancada sea la mucho más reactiva a la vez que se disminuye la fuerza generada por los impactos. Además, los fabricantes suelen modificar las características de las gomas del calzado para reforzar la amortiguación.
La variedad de calzado supinador no es muy amplio y para estos corredores sería recomendable calzado neutro con plantillas correctoras.
PISADA PRONADORA
El apoyo se produce por la cara interna del pie. Como mecanismo reflejo, consecuencia de este apoyo, los tobillos giran hacia el interior para conseguir una amortiguación adicional. En torno al 50% de los runners son pronadores.
Cuando la pronación es excesiva es cuando puede ocasionar problemas debido a sobrecarga del todillo, rodilla e incluso de la espalda.
Existen zapatillas específicas para los pronadores que llevan mecanismos de control de estabilidad para evitar una rotación excesiva del tobillo.
Estas zapatillas suele tener una mediasuela gruesa, llamada de doble densidad, y de materiales rígidos para impedir la rotación excesiva del pie.
Abajo podéis encontrar algunas zapatillas con control de pronación.

PISADA NEUTRA
Alrededor del 40% de los runners tienen este tipo de apoyo neutro. El apoyo comienza en el exterior del talón y avanza hacia delante por el interior del pie. La pisada está totalmente equilibrada y el pie no sufre ningún tipo de sobrecarga en el interior o exterior.
Si tu apoyo es neutro, desde el punto de vista del apoyo, podrás llevar casi cualquier zapatilla. Abajo algunas de ellas.
¿CÓMO PUEDO SABER QUÉ TIPO DE PISADA TENGO?
Si quieres saber qué tipo de pisada tienes lo mejor que puedes hacer un centro especializado para que estudien tu pisada. Si esta no es una opción para ti, o no está a tu alcance existen diferentes pruebas que puedes hacer tú mismo:
- Prueba de la superficie plana. Nos colocamos de pies y descalzos sobre una superficie plana, como por ejemplo, el suelo de nuestra casa. A continuación, nos fijamos hacia qué lado basculan los pies. Si lo hacen hacia el interior serás pronador, si lo hacen hacia el exterior serás supinador.
- Prueba de la flexión de piernas. Nos colocamos en posición de hacer las típicas sentadillas. Hacemos varias sentadillas y cuando estemos haciendo la última mantenemos la posición abajo. Si en esa posición nuestras rodillas están muy separadas seremos pronadores, mientras que si están muy juntos seremos pronadores.
- Prueba de los pies mojados. Ponemos hojas de periódico a lo largo de unos 10 metros, un buen sitio puede ser el pasillo o del patío, por ejemplo. Nos mojamos los pies y corremos o andomos por los periódicos. En función de la huella que hayamos dejado tendremos un tipo de pisada u otra.

RECOMENDACIONES
- Elegir una zapatilla que esté adaptada a nuestro tipo de pisada es fundamental para evitar lesiones.
- Es recomendable acudir a un especialista para que te analice la pisada. Ten en cuenta, que si tu pronación o supinación son excesivas, no bastaría con elegir el calzado acorde a tu pisada sino que habría que tomar medidas adicionales, como unas plantillas correctoras.